FORD CAPRI RS 3100 CARRERA

No hace demasiado que sobre un circuito carrera había un ford Capri rs de fly preguntándose, como si se dirigiera al famoso espejo mágico, "¿Seré yo el capri más bello en el mundo del slot?", "¿seré yo?, se preguntaba la bella maqueta rodante.

A todo esto y no muy lejos de allí un flamante Ford Capri Rs 3100 de Carrera rodaba silencioso a toda velocidad. El Fly no lo escuchó llegar acostumbrado al estruendo que su transmisión emitía a diario.


Lo vio por detrás y se dio cuenta que su zaga era mucho más detallada y que sus pilotos rojos encendidos, le dotaban de un algo muy especial del que el carecía. Como sólo había visto su zaga esperó a que volviera a pasar por su lado para ver el frontal.





También en esto era superior, con muchos más detalles. Esta vez arrancó y se puso a rodar a su lado. Tan sólo en cuestión de llantas y en el interior más detallado se sentía superior.


Pero se sentía molesto consigo mismo, ese ruido interior no le dejaba rodar en paz, con un gesto invitó a que el Capri de Carrera se detuviera. Guau, aquel coche era increíble, se parecía a si mismo, aunque era más alto y ligeramente más corto. El fly preguntó al Carrera.
-¿Quién eres?
-Soy Capri
-Pero Capri soy yo

-Y yo querido amigo

-Pero tú no metes ruido.
-Es que soy de Carrera.
-Y eres más alto y más corto.
-Es que soy del pasado, tu pasado querido amigo.


Y diciendo esto salió disparado hacía el infinito del juguete, a ese lugar en el que sólo los elegidos pueden llegar. Y en el que sin saberlo también se encontraba nuestro amigo Fly.
Y fly se quedó pensativo, pensó en los 45 euros que había costado, pensó en el expediente de regulación de la factoría de Ibi, pensó en que no tenía luces y que su rodar era escandaloso, pero se consoló en su piloto de cuerpo entero y en sus bonitas llantas, en eso al menos era el mejor.
Salud