martes, 1 de septiembre de 2009

FLAMBEADOS Y CUSTOM CARRERA I

Buenas a tod@s
Slot from the north vuelve a la carga una vez más. Esta vez con una entrada controvertida por los modelos que en ella aparecen, adorados por unos, detestados por otros. Yo me encuentro entre el primer grupo, aunque me gustaría hacer una pequeña aclaración.
Mi gusto por los HR y los custom, está exclusivamente relacionado con su reproducción a escala. Es decir nunca se me ocurriría convertir un Mercury del 41 a escala 1/1 en un Hotrod. No me gusta el tunning, de hecho lo aborrezco con una intensidad fuera de lo común, pero coño, estos Hotrod de carrera me encantan.
También me gustaría comentar que la utilización del término flambeado dentro del slot es propiedad intelectual de Jorge Luis Mendoza, al Cesar lo que es del Cesar.
Pero centrémonos, Carrera tiene buena parte de sus objetivos comerciales centrados en USA y eso nos posibilita adquirir además de sus imprescindibles clásicos americanos estos peculiares vehículos.
En esta primera entrega os muestro algunos de los Hotrod en escala 1/24 y en la segunda aparecerán algunas versiones custom de mi colección de pontiacs GTO acompañando a varios Hotrod escala 1/32.
HOTROD 1941
Como todos los Hotrod de carrera se presenta en 3 formatos: Classic, High Performance y Supercharged.Realizado sobre la base de un Mercury del 41, quizá del 42, no logro localizarlo con rigor. Quizá Jorge Luis pueda ayudarnos. Lo primero que detectamos es lo grande que es. Aunque mi circuito es carrera, las fotos las realizo sobre pistas scx, y como veréis es imposible que dos de estos mastodontes circulen en paralelo en las pistas flexibles convencionales, una razón más para adquirir las fantásticas pistas Carrera, jejejeje.

CLASSIC
El Classic es es el más sobrio de todos, aunque como en toda la serie, el modelo es más bajo y se ha recortado la altura del techo. La anchura de los rodillos es espectacular, y no faltan elementos realmente horteras como dados colgados sobre el retrovisor interior, naipes, y como no, un equipo de sonido con los que despertar a las dulces abuelitas.

De esta decoración más clásica, destacaría el contraste entre la sobriedad de la pintura mate y los espectaculares cromados, es sin duda el Hotrod más bonito de todos, aunque cada uno tiene algo que lo hace encantador.
En esta foto se puede observar lo que os comentaba sobre el recorte del techo. Es cierto que la línea original del coche se altera, pero seguimos reconociéndolo.
Otro punto fuerte es la zaga, con sus enormes rodillos.

Las matriculas personalizadas y las leyendas muy comunes en el custom son otro detalla a tener en cuenta.

Cristales tintados y gafas de sol, una combinación peligrosa en un nublado día gris de la costa vizcaina, jur jur.

SUPERCHARGED

En un paso intermedio entre la preparación Classic y la High Perfomance se encuentra el Supercharged. En esta ocasión en una deliciosa combinación de colores crema y granate. Otro espectáculo para la vista.
En esta versión los paragolpes han desaparecido totalmente.

No puedo negarlo me encantan estos cacharros, sobre todo verlos rodar.

Zaga personalizada.

Una pista carrera es una pista carrera, el conductor del HR classic lo sabe muy bien, 100 vueltas persiguiendo al supercharged y no hay manera de adelantar en pista scx.


Menudas llantas
HIGH PERFORMANCE

Los HP son los más espectaculares porque dejan al descubierto casi todo el motor, y si Jorge Luis no me corrijo estamos ante un flambeado 100%. Las fotos hablan solas. Espectáculo en estado puro, 100% american way of life.







Pues eso es todo amigos, mi vuelta al cole no da para más. Una recomendación en caso de que alguien quiera comprar uno de estos HR del 41. En el supermercado del juguete en Granada, los venden a 29,95 euros, un precio sensacional teniendo en cuenta que son coches muy bien acabados a escala 1/24, con luces, digitalizables, en definitiva, referencias irresistibles.



SALUD

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Interesante, Willy... he aprendido mucho!
¿podré hacer de mi vespa una high performance?

Un abrazo
Alberto

DEMO dijo...

Ni los aborrezco ni los detesto..., pero -salvo las llantas- me encantan estos Jós Rós...., tal vez un exceso de Ketchup en los filetes rusos de mi infancia y una sustitución necesaria de los candies por sugus de colores.

Salud

PS: Cómo sois los de SS..., jajaja..., haciendo amigos...

Waskalas dijo...

La verdad es que no me dejan de parecer curiosos. Los "jorroz" no me gustan, los mire por donde los mire pero reconozco que currados están un rato.

Buen reprotaje compañero.

Jorge Luis dijo...

Llego tarde a este magnífico post, que reabre la actividad del Blog después del parón estival, y cuya lectura me ha proporcionado un inmenso placer, por no hablar de las estimulantes fotos que completan un reportaje 100% en la línea de Supergenix: coches de Carrera, clásicos americanos, escala 1:24, ¿qué más se puede pedir?

Como amante de los coches clásicos, debo decir que prefiero un clásico bien restaurado a su condición original (mejor aún si es conservado EN su condición orginal) que estos trabajos de "actualización" de coches antiguos, pero no es menos cierto que siempre es preferible verlos rodando, aun cuando sea con llantas de 18"" e imposibles combinaciones pictóricas, que pudriéndose en un desguace.

En lo referente al coche en sí, creo que está, efectivamente, inspirado en un Mercury de pre-guerra mundial (de la IIª, quiero decir), o sea, 1940 a 1942,ya que, como es de todos conocido, la producción automovilística normal cesó en el año 1942 para dedicar las fábricas a la producción de material bélico. De hecho, los Mercury de pre-guerra y los posteriormente fabricados entre 1946 y 1948 son, junto a los Buick de la época, los modelos escogidos para crear hot-rods.

Gracias por el estupendo reportaje y pido disculpas y paciencia a todos por la tardanza en la preparación del reportaje del Ford Fairlane de Revell, pero es que he tenido un verano realmente lamentable y poco tiempo y menos ganas de ponerme a ello.

Hasta pronto,

Jorge Luis

supergenix dijo...

Que bueno leerte de nuevo, maestro.
No hay prisa con el fairlane, con calma, a fuego lento que luego está más rico.