A ver si logro darle continuidad al blog. Seguimos con el excelente análisis de Jorge, al que me he permitido añadir alguna de mis fotos y algún breve comentario.
En el lado negativo, cabe decir de todos los modelos del fabricante austro-germano que pierden detalle en el interior respecto de modelos precedentes. El cada vez mayor numero de componentes electrónicos en el interior del chasis no dejan sitio para bandejas que permitan pilotos de cuerpo entero, y ni tan siquiera para bandejas “de tres cuartos”, de modo que las de los modelos introducidos este año llegan casi al nivel de la ventanilla del coche, con pilotos a los que apenas se ve la cabeza y hombros, y volantes incompletos, semienterrados en la propia bandeja. Todo esto trata de salvarse con interiores más coloridos en algunos modelos (asientos bicolor, etc), pero que no contribuyen demasiado al realismo de la reproducción. También se echan de menos mas decoraciones de competición (tan solo hay una del Chevy Bel Air y otra del Plymouth Fury), porque el catalogo del fabricante se decanta claramente hacia las decoraciones de calle, alguna de cine (hay un Pontiac Firebird Trans-Am de color negro clavadito al que pilotaba Burt Reynolds en la pelicula Smokey and the Bandit) y alguna que otra versión “super-stocker”, muy propia del gusto yankee, olvidando lamentablemente los fabulosos “stock cars” que compitieron en la NASCAR o las bellas decoraciones que de alguno de estos mismos modelos existieron en la competición Trans-Am o en las carreras del SCCA (Sport Car Club of America).
Tampoco el aspecto dinámico de los nuevos modelos se ha visto mejorado en comparación con precedentes realizaciones, y diría casi lo contrario, pues parecen haber empeorado. Por una parte, los nuevos chasis, más pesados aun que los anteriores, perjudican claramente la agilidad y el comportamiento de los nuevos coches. Por otra, los nuevos imanes permiten menos juego que los existentes en anteriores modelos, al haber desaparecido el que era desplazable, en la zona anterior del chasis, siendo sustituido por otro enorme, pero sin posibilidad de cambio de ubicación, y haber cambiado también el imán posterior, que antes podía extraerse desmontando dos sencillos tornillitos desde el exterior sin tocar el chasis, y ha pasado ahora a ser fijo y solo eliminable desde el interior, obligando en algún modelo a desmontar el eje trasero y hasta a sacar el motor de su alojamiento, para poder extraerlo, dificultando así su extracción y el “juego” que anteriormente daban para poder facilitar un comportamiento del coche mas natural, que se lograba sin el imán trasero y el delantero desplazado hacia delante. Pero, sobre todo, es criticable el nuevo sistema de guía, que cuestiona seriamente la compatibilidad de estos coches con cualquier pista que no sea la del propio fabricante. Un coche de Scalextric o Ninco podra correr en una pista Carrera, pero no al revés, ya que la enorme longitud, altura (profundidad) y grosor de la pala harán que el vehículo “encalle” en cualquier curva de radio mas cerrado, o que las ruedas delanteras no apoyen en la pista. Una comparativa fotográfica entre la guía actual en un Pontiac Firebird Trans-Am y una de las anteriores en un Dodge Charger 500 ilustra mejor este problema que cualquier explicación escrita:




Para colmo de males, Carrera ya no ofrece una guía alternativa para ser usada en otras pistas, y la configuración actual de la guía en dos piezas, de la que la pala es extraible respecto del circulo de plástico donde van colocadas las trencillas, dificulta aun mas el trabajo de preparación de estos nuevos modelos.
Con lo anterior, podemos resumir que se aprecia una decantación clara de esta marca al mercado del coleccionismo (sobre todo al otro lado del Oceano Atlántico), pero olvidando el aspecto dinámico de sus coches y su jugabilidad en otras pistas que no sean las del propio fabricante. Esperamos, pues, que los responsables de Carrera atiendan estas observaciones y mejoren el dinamismo y facilidad de preparación de sus futuras realizaciones, asi como presten mas atención a las versiones de competición. Por mi parte, a la vista de la tendencia actual de Carrera, me voy volcando en acaparar el mayor numero de unidades de sus modelos de NASCAR de los años 1969/1970, que Carrera fabrico con el antiguo chasis entre 2002 y 2007, y donde son muchas las decoraciones de competición que quedan por reproducir, aunque no dejare por ello de estar atento a los nuevos muscle car que vayan a sacar.


