
Blog dedicado, entre otras cosas, a coches de slot, especialmente a los clásicos. Desde un punto de vista personal.
lunes, 19 de abril de 2010
NECESIDAD DE COLOR

Ayer mientras dormitaba junto a mi hija, la pobre tenía unas décimas de fiebre y exigía contacto paterno, y cuando estaba a punto de dejarme llevar por el sopor de la sobremesa, hice de tripas corazón, y olvidando que mis piernas estaban cargadas por el partido de tenis matutino y aprovechando que mi mujer me relevaba en la tarea de acompañamiento a mi querida hija, me levanté, cogí mi modesta cámara y sali a la zona ajardinada que rodea nuestra casa. Lamentablemente nada que ver con el jardín de la casa de mi madre, pero no nos vamos a quejar con la que está cayendo.

Me vuelvo para casa, hoy no es mi día, y el Athletic se juega no descolgarse de la lucha por la champions, esto no pinta bien. De vuelta al hogar me dejo caer en el sofá, suena el teléfono, me invitan a la Catedral a ver el choque contra el Zaragoza, de hecho me dan dos pases para tribuna este alta.
-Deja que lo piense y te llamo.
Mi hija está pachucha y su padre está cansado, el partido es a la 7 y algo me dice que las cosas no van a ir bien.
-Igor, gracias por el ofrecimiento pero lo veré en el EGARRI( Cafetería en la Avda de los Chopos).

-Bob Esponja, Bob Esponja, tengo ganas de comerme una Burger Cangreburguer, le dice Patricio, esa tontorrona estrella de mar que tanto me gusta a Bob Esoponja la gran estrella de la televisión infantil.
No estoy dormido, lo sé porque Calamardo protesta por alguna razón que en esta duermevela no logro entender, escucho en la lejanía la risa de mi hija enferma, muy lejos a miles de Km, la situo en Playa Hermosa Costa Rica, bajo las palmeras jugando entre las conchas que la marea viva ha dejado en la orilla , aunque lo cierto es que noto la suavidad de su cabello bajo mi barbilla. Me relamo la comisura de los labios, los ecos de la pieza de chocolate se resisten a desaparecer y de repente BRUMMMMMMMMMMM, un estruendo me saca de este placentero estado en el que me encontraba. Noto que mi hija se aprieta junto a mi, me resisto a abrir los ojos, pero segundos después otro BRUMMMMMMMMMMM vuelve a irrumpir con fuerza en nuestra calida escena familiar. Abro los ojos resignado y giro la cabeza hacia el ventanal del salón. El día soleado y de cielo azul se ha convertido en otro día gris y lluvioso, al menos, pienso, el Athletic no saldrá adormecido por el viento sur. Mi hija sigue despierta, y mira hacia la ventana como yo. Tengo la impresión de que como yo, intenta buscar entre los grises que se dibujan frente a nosotros un atisbo de color. Entonces decido levantarme no sin antes arropar a mi hija con una manta. Llego a la habitación de los coches, así es como Daniela la bautizó hace algún tiempo, y voy directamente a la vitrina en la que se encuentran los NASCAR modernos, los miro y remiro me lleno de color, me dejo atrapar por la acumulación de patrocinadores y la falta de pudor a la hora de mezclar colores. Son fantásticos, me encantan, ahora solo falta que el Athletic gane el partido.
Desgraciadamente no pasó del empate.
Salud
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