En este caso la dificultad o la característica que lo relaciona con la etiqueta de AMOR DIFÍCIL es la dificultad extrema que implicaría conseguir esta maravilla de la automoción, aun teniendo el dinero suficiente, no es mi caso, y me refiero a que no tengo el dinero necesario, jejeje.
Según Motor Trend Classic el Ferrari 250 GTSWB está colocado en quinta posición en una lista de los diez mejores Ferraris de todos los tiempos. Una lista difícil por la cantidad de bellezas surgidas de la factoría italiana, pero que ya nos sitúa perfectamente ante lo evidente, estamos ante uno de los coches más bellos construidos hasta el momento. Yo siempre lo he considerado el ferrari más bello. Aun no teniendo argumentos lo suficientemente sólidos con los que soportar esta afirmación, siempre he sostenido y defendido su liderazgo entre los bellos.
Quizá porque para mi es el último ferrari Clásico entre los clásicos ya que su evolución natural, el 250 GTO supone un salto importante, sobre todo en lo que a línea se refiere, que lo acerca de manera importante al deportivo más actual. Eso no significa que no lo considere un bellísimo animal de la carretera, y quizá merezca una tercera entrega de Los Amores difíciles, sobre todo ahora que carrera lo ha reproducido en la escala reina.
Pero centrémonos en el 250 GTSWB, en este amour fou, en esta belleza rodante, que ha hecho que los coleccionistas más capaces soltaran más de 2 millones de euros por tener uno, en sus, imagino, protegidísimos garajes.
No soy muy dado en extenderme sobre características de los modelos que sirven como inspiración a las marcas de slot, pero hay que mantener unos mínimos. La carrocería del 250GTswb es fruto de una fructifera relación entre Pinifarina y el cavalinho rampante. Sus líneas son cálidas, armónicas, sólidas, lo tiene todo lo que un coche necesita para convertirse en un clásico imperecedero.
La potencia de los propulsores oscilaba entre los 237 y los 280 cv que con el peso contenido del auto lo hacían especialmente competitivo en su categoría. Mas tarde llegaría el 250 GTO y el 250 GTSWB quedaría obsoleto como competidor, aunque sus formas hoy en día siguen estando muy vigentes.

Su armónica silueta
O su zaga, sólida, bien asentada. Una trasera imperecedera por su sencillez y por su clase. Hay fabricantes que a día de hoy siguen sin comprender lo que eso significa...
Los detalles que suman y suman.
Si tuviese que elegir uno dudaría entre el bello SWB en gris plata.
o el evocador azul bugatti.
Pero finalmente y tras mucho pensarlo me quedaría con el número 7 con el que Moss consiguió el Tourist Trophy de 1961.
Moss tuvo un sueño que nunca cumplió en parte por mala suerte y en parte por su amor a las marcas británicas, ese sueño era conducir un ferrari de F1. No condujo de manera oficial un Ferrari en un gran premio de F1 pero sin embargo si estuvo a las manos de un Ferrari 250GTSWB con el que se hizo con el Tourist Trophy de 1961. Mi veneración por el pequeño piloto británico hizo que fuera precisamente el coche pilotado por Moss, mi primer 250 GTSWB 1/24.
Los que me conocen saben que yo no soy de los que opina FERRARI=ROJO, y eso lo estaréis notando al comprobar como entre las fotos que aporto no hay ningún Ferrari rojo. Para mi a los ferrari, al menos a los clásicos, casi todos los colores les sientan bien, diría que mejor que el rojo.
Esta entrada ha sido un muestra nítida de mi peculiar filosofía en cuanto a los Ferrari se refiere, aquí os dejo con más fotos de estos tres ferraris bastardos: El azul oscurísimo casi negro pilotado por Moss en el Tourist Trophy de 1961. La verdad es que en todos los catálogos aparece como azul oscuro y he tenido que exponerlo a un día soleado para comprobar que efectivamente el coche es de un azul muy oscuro, aunque mis torpes maneras como fotógrafo hayan impedido que capte el tono real del modelo.



Dos tipos de chasis; a la izquierda el chasis más actual con guia basculante y varias posibilidades de configurar la atracción magnética pudiendo cambia la altura de los imanes mediante finas láminas de metal y plástico. A la derecha el más antiguo, sin guía basculante

En definitiva, una delicia ver rodar este modelo en esta escala, con sus suaves derrapadas, sus luces, sus cromados. Una invitación a iniciarse en la escala reina, si se prueba ya no hay vuelta atrás.

Salud.
