jueves, 28 de enero de 2010

BALANCE 2009, PARTE II, J.L.MENDOZA

Buenas de nuevo
A ver si logro darle continuidad al blog. Seguimos con el excelente análisis de Jorge, al que me he permitido añadir alguna de mis fotos y algún breve comentario.


En el lado negativo, cabe decir de todos los modelos del fabricante austro-germano que pierden detalle en el interior respecto de modelos precedentes. El cada vez mayor numero de componentes electrónicos en el interior del chasis no dejan sitio para bandejas que permitan pilotos de cuerpo entero, y ni tan siquiera para bandejas “de tres cuartos”, de modo que las de los modelos introducidos este año llegan casi al nivel de la ventanilla del coche, con pilotos a los que apenas se ve la cabeza y hombros, y volantes incompletos, semienterrados en la propia bandeja. Todo esto trata de salvarse con interiores más coloridos en algunos modelos (asientos bicolor, etc), pero que no contribuyen demasiado al realismo de la reproducción. También se echan de menos mas decoraciones de competición (tan solo hay una del Chevy Bel Air y otra del Plymouth Fury), porque el catalogo del fabricante se decanta claramente hacia las decoraciones de calle, alguna de cine (hay un Pontiac Firebird Trans-Am de color negro clavadito al que pilotaba Burt Reynolds en la pelicula Smokey and the Bandit) y alguna que otra versión “super-stocker”, muy propia del gusto yankee, olvidando lamentablemente los fabulosos “stock cars” que compitieron en la NASCAR o las bellas decoraciones que de alguno de estos mismos modelos existieron en la competición Trans-Am o en las carreras del SCCA (Sport Car Club of America).





Tampoco el aspecto dinámico de los nuevos modelos se ha visto mejorado en comparación con precedentes realizaciones, y diría casi lo contrario, pues parecen haber empeorado. Por una parte, los nuevos chasis, más pesados aun que los anteriores, perjudican claramente la agilidad y el comportamiento de los nuevos coches. Por otra, los nuevos imanes permiten menos juego que los existentes en anteriores modelos, al haber desaparecido el que era desplazable, en la zona anterior del chasis, siendo sustituido por otro enorme, pero sin posibilidad de cambio de ubicación, y haber cambiado también el imán posterior, que antes podía extraerse desmontando dos sencillos tornillitos desde el exterior sin tocar el chasis, y ha pasado ahora a ser fijo y solo eliminable desde el interior, obligando en algún modelo a desmontar el eje trasero y hasta a sacar el motor de su alojamiento, para poder extraerlo, dificultando así su extracción y el “juego” que anteriormente daban para poder facilitar un comportamiento del coche mas natural, que se lograba sin el imán trasero y el delantero desplazado hacia delante. Pero, sobre todo, es criticable el nuevo sistema de guía, que cuestiona seriamente la compatibilidad de estos coches con cualquier pista que no sea la del propio fabricante. Un coche de Scalextric o Ninco podra correr en una pista Carrera, pero no al revés, ya que la enorme longitud, altura (profundidad) y grosor de la pala harán que el vehículo “encalle” en cualquier curva de radio mas cerrado, o que las ruedas delanteras no apoyen en la pista. Una comparativa fotográfica entre la guía actual en un Pontiac Firebird Trans-Am y una de las anteriores en un Dodge Charger 500 ilustra mejor este problema que cualquier explicación escrita:


(notese la mayor longitud y grosor de la guia de la foto superior, donde ademas se aprecia la distinta disposición de los imanes en el nuevo chasis)


( en las imágenes precedentes se observa la profundidad de la guia, mucho mayor en el nuevo modelo, que sobresale extraordinariamente de entre las ruedas)

Para colmo de males, Carrera ya no ofrece una guía alternativa para ser usada en otras pistas, y la configuración actual de la guía en dos piezas, de la que la pala es extraible respecto del circulo de plástico donde van colocadas las trencillas, dificulta aun mas el trabajo de preparación de estos nuevos modelos.

Con lo anterior, podemos resumir que se aprecia una decantación clara de esta marca al mercado del coleccionismo (sobre todo al otro lado del Oceano Atlántico), pero olvidando el aspecto dinámico de sus coches y su jugabilidad en otras pistas que no sean las del propio fabricante. Esperamos, pues, que los responsables de Carrera atiendan estas observaciones y mejoren el dinamismo y facilidad de preparación de sus futuras realizaciones, asi como presten mas atención a las versiones de competición. Por mi parte, a la vista de la tendencia actual de Carrera, me voy volcando en acaparar el mayor numero de unidades de sus modelos de NASCAR de los años 1969/1970, que Carrera fabrico con el antiguo chasis entre 2002 y 2007, y donde son muchas las decoraciones de competición que quedan por reproducir, aunque no dejare por ello de estar atento a los nuevos muscle car que vayan a sacar.

Hola amiguit@s soy supergenix. Como es sabido y de la misma manera que Jorge yo soy un habitual de la marca Carrera. Como Jorge he visto cosas que no me han gustado y como Jorge he visto cosas que me han encantado.

Hay un coche del que Jorge no ha hablado y que para mi ha sido una grata sorpresa en lo que a 1/32 se refiere. El Ford Capri .






Dado que Jorge no es un habitual de los 1/24 de la marca Carrera, me he permitido hacer un inciso en referencia a la escala grande, que desde luego Carrera no descuida y mima en su línea grande rebautizada DIGITAL 124. Tan solo invitaros a iniciaros en esta disciplina, donde a Carrera pocos peros se le puede exigir. De lo cosechado me quedo sin duda con el 250 GTO. Imprescindible. Tengo una entradita sobre este particular que os invito a revisitar( para los habituales) y a descubir para los que vean el blog por primera vez. http://supergenix.blogspot.com/2009/10/un-padre-se-confiesa-ferrari-250-gto.html

Por cierto el análisis tendrá un par de entregas más, en cuanto pueda os las ofreceré.


lunes, 11 de enero de 2010

BALANCE 2009 por Jorge Luis Mendoza para SLOT FROM THE NORTH. PARTE I

Buenas a tod@s

Hablar de la P.R.I.C.A es hablar de pasión por los clásicos americanos, de buen gusto yde erudicción en todo lo relacionado a la producción de slot de los maravillosos clásicos norteamericanos. Y si hablamos de esta plataforma, de la que me enorgullece de la que en cuanto tuve ocasión me hice socio, hablamos en justicia de Don Jorge Luis Mendoza quien amáblemente nos ha obsequiado con este completo análisis de lo que en su opinión ha sido lo más destacado del año 2009. En este caso Slot From the North, su casa y la vuestra, tan sólo sirve de alojamiento.
Estoy teniendo serias dificultades para poner las fotos que me envió Jorge, así que de momento intentaré ilustrar la entrada con las fotos de mi colección

Disfrutar:

LA COSECHA DE P.R.I.C.A.’S DEL 2009 por Jorge Luis Mendoza
Hace unos días escribí un post en el Foro Mallorcaslot en el que dejaba constancia grafica de las reproducciones de clásicos americanos en slot que había incorporado a mi colección este año que acaba, un año particularmente generoso en novedades en materia de coches U.S.A., que contrasta quizá con el estancamiento apreciado en algunos fabricantes (lease NINCO), la dolorosa agonía de otros (lease SLOTER), y un momento de general incertidumbre en el sector juguetero, que acusa, como tantos otros, la situación de recesión económica que estamos atravesando.
El caso es que, tras leer el post, el amigo Delfi_r me animó a desarrollarlo, y a que escribiera un breve articulo que recapitulase las citadas novedades, y aquí estoy tras el teclado dando la lata otra vez ;). Pero, por mi amistad con Supergenix, y porque le debo aun un articulo sobre el Ford Fairlane del que podréis disfrutar/padecer en breve, quiero presentarlo aquí en primicia.

En alguna ocasión -mas a menudo, últimamente- me he preguntado cual es la repercusión y la influencia que los comentarios de los aficionados en los Foros, en los Blogs y los artículos en las revistas especializadas pueden ejercer en los fabricantes, que deberían estar atentos a los gustos y necesidades del publico a que van destinados sus productos. A veces pienso que es nula, otras veces creo que si nos leen. Sea como fuere, fabricantes como Carrera, MRRC, Superslot o Revell no han dejado de darme alegrías -y alguna que otra decepción- a lo largo de este año, que repaso brevemente.

Por orden alfabético, y por importancia numerica, Carrera merece iniciar este breve análisis. Ajena quizás a los problemas de otras casas, por su pertenencia a un gran grupo empresarial (el Grupo Stadlbauer, de Salzsburgo, que era antiguamente el distribuidor de Carrera en Austria y tomo las riendas de la empresa al final de la década de los noventa), la marca de origen alemán no ha parado de ofertar nuevos modelos, entre los que se encuentran este año el Chevrolet Bel Air de 1957, el Plymouth Fury de 1960, el Pontiac Firebird Trans-Am de 1977 y el Chevrolet Chevelle de 1970, en su serie Evolution (escala 1:32), y los bellisimos Chevrolet Corvette Grand Sport en su serie Exclusive (escala 1:24). Ademas de ello, ha ofertado nuevas decoraciones de sus Chevrolet Camaro de 2005, Ford Mustang GT de 1967, Pontiac GTO de 1966 y Dodge Charger 500 de 1969 y Charger de 2006 (con cambio de chasis incluido).



De entre los de la serie Evolution, cabe destacar la reproducción del Chevy Bel Air de 1957, verdadero icono de la industria automovilistica estadounidense, y ejemplo ilustrativo del diseño de influencia “aeroespacial” que tanto se prodigo en los coches norteamericanos en la decada de los 50 y primeros sesenta, y cuyo epitome habría de ser el excesivo Cadillac Eldorado de 1959.
El magnifico trabajo en el molde, acertadísimo a mis ojos, y la profusión de detalles en la carrocería (desde las “branquias” en las aletas anteriores hasta los cerquillos cromados de los faros delanteros), el logrado parabrisas panorámico y el excelente remate de las tail-fin traseras, con el añadido de las luces, hacen de este modelo un coche que embelesa y del que la cámara fotográfica se enamora fácilmente.




Otro tanto cabria decir de los Chevy Chevelle de 1970 y Pontiac Firebird Trans-Am de 1977, a los que pequeños errores en sus respectivos frontales afean en su conjunto, lo que es mas triste si se tiene presente que son fácilmente solucionables, impidiéndoles llegar a la casi perfección de su hermano el Bel Air. En el otro extremo, por el contrario, se hallaria -en mi modesta opinión- el Plymouth Fury, con un molde espectacular al que, sin embargo, el radiador totalmente cromado y que no distingue los “agujeros” de ventilación de la rejilla, en la que tampoco se pueden apreciar con claridad los intermitentes, unas ópticas delanteras claramente mejorables, unas molduras gruesas en demasía y unos tapacubos excesivamente planos y faltos de detalle, confieren un cierto aspecto juguetero, en contraste con sus lujosas formas.